Llega la Primavera

La soledad del invierno,
es como un candil que alumbra sin aceite y sin mecha.
La oscuridad se alumbra al hacer acto de presencia la primavera.
Bebemos de su dulce aroma, nos nutrimos de sus colores…
Sus pétalos nos embriagan,
y la belleza del cosmos se vuelve naufraga en la primavera.
Las nubes salen en desbandada,
colisionando unas con otras,
soltando sus últimos sollozos en forma de pequeñas perlas.
Se alejan al renacer la belleza por doquier de la primavera.
El sol sale con fuerza, derrochando sus rayos sobre la tierra.
Las aves retornan de África, allí el calor ya les abruma.
Llega la primavera al hemisferio norte,
y con ella los pájaros regresan a su amada patria, a su tierra.
Las flores del almendro, del naranjo, del manzano…
De la flor azahar se asoman por la vereda.
Las ramas se visten con suaves yemas.
Huele a canela, a salvia, a jazmín… y mi alma está contenta.
Los días se alargan, las noches se achican...
Hay claros en el horizonte.
Y el viento viene envuelto en hierbabuena.
Se arremolinan los colores del ópalo.
Y la atmosfera se tiñe de violetas, rojos, verdes o azules, naranja...
La vida florece, la sangre se altera y el amor brota con más vigor en primavera.