martes, 28 de julio de 2009

Historias varias


He aquí dos iguanas que lleva la señorita como si de sus hijas/os se tratara. La sensación al verlas ayer, cuando estábamos comprando comida para los pajaritos, fue una sensación muy extraña. Por un lado me encantó verla y ver los colores y el enorme rabo que tiene. Iba bien prendida a la ropa de la joven. Por otro lado las ganas de tocarla pero el respeto que me causan. La joven muy agradable nos invito a coger a sus lindas criaturas para hacernos fotos. Ni mi compañero ni yo, pudimos aceptar tan amable ofrecimiento. Mira que si no las caemos bien y se ponen nerviosas que hago yo. Capaz de darme un ataque de pánico. La verdad era preciosa. Ella les estaba comprando un abriguito para el invierno. Pues se les había quedado pequeño el que tenía. :-) Me encantará verlas con el abriguito este invierno. A ver si tengo suerte y las veo de paseo con su joven dueña. Por cierto la chica muy amable al dejar que la fotografiara con el móvil, no llevaba la cámara encima. Mecachis que pena. Seguro se hubieran lucido más guapas las tres.




¿Ves que hermosos somos?
Esto es porque la luna en las noches, se puso enfrente nuestro para poder verla y así tanta belleza se realizó en nosotros los tomates. No tomamos su color, porque el color de la luna, es único. Tampoco su forma, pues ésta sólo puede ser de ella. El sol también puso su grano de arena con sus rayos, haciendo que creciéramos cuando en marzo nuestras semillitas enterraron, y aun hacía frío, y tú amigo sol, encendiste tu humilde calefacción para que nosotros sobrevivieramos al crudo invierno, y no nos congelaramos.
Recogimos las lágrimas de las nubes cuando estas estaban tristes. Nos las bebimos para que no se perdieran y de ahí que estemos tan gorditos y jugosos. Las abejas mariposas se posaron en nosotros cuando aun éramos solo una flor para polinizarnos y hacernos así de hermosos y sabrosos. Ya sabes nuestra historia, no estamos aquí por casualidad, si no porque alguien con sus manos la semilla enterró, el resto lo hizo el medio ambiente y el azadón.




Aquí estaba mirando al sol. Le decía que aun no diera mucha calor, que se espera a que nos fueramos. En esto que un pajarillo, con su canto le pedia lo mismo.




Aquí estaba recolectando moras del moral, para meterlas todas juntas en la boca. Sólo me gusta el jugo, no me gusta la pulpa que tienen.


Y bueno, aqui una está haciendo el ganso. Mejor dicho la gansa. :-) Qué también tengo derecho de vez en cuando a ser algo informal. Pues ya me ven, soy la draculina de moras del moral. No, no piensen que le di un mordisco en el cuello a mi compañero. Nooooooooooooo, yo le doy besos pero sin mordiscos.



Aquí hacen falta pocas palabras, se vé que gocé de las ricas moras que a mi boca llevé. Ummmmmmmmm estaban deliciosas

4 comentarios:

Tony dijo...

Que alegria ver tus fotos y los comentarios es todo al unísono la claridad y sencilles dan gusto

Saludos

Unknown dijo...

Gracias Tony, me alegra que te guste.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Vaya Isabel jajajaj estaban ricas las moras? seguro que disfrustates como una niña pequeña, sabes? a mi me gustaba mucho ir a por moras y me divertia mucho cogiéndolas y comiéndolas muchas veces las más gorditas estaban en lo más alto y no alcanzaba y me llenaba de arañazos y algún que otro moratón por intentar agarrarlas . Mucha natuaralidad en tus fotografias me han gustado mucho , un abrazo.

Unknown dijo...

Gracias Julia. Sí me encantan las moras. Pero sólo tomo las que están cerca, y alcanzo estirando el brazo. Ya no me subo a los árboles jajajaja, me pesa el culete y no estoy agil. Te imagino comiendo moras y subida a uno de los árboles. La ropa la pondrías toda de color jajajaja. Seguro después tu madre se acordaría de tu escalada al moral.
Me he reido imaginandote subida y zampando moras.

Besos

Besos