martes, 27 de mayo de 2008

La felicidad no la da lo material





Estos gatitos tienen su historia.
Nacieron juntos, son hermanos y residentes en el Real de San Vicente, España.
Yo me encapriché del blanquito y mi suegra que tiene muchos gatos me lo regaló.

El primer día que lo traje estuvo todo el día debajo de un mueble de la cocina. Seguro con miedo, con melancolía, echaba de menos a su madre, hermana y demás gatunos con lo que en su corto tiempo de vida había compartido: cama, sueños, juegos y comida…

Yo lo arranqué del lugar y pasó conmigo 15 días. Estaba feliz porque yo le di un trato excelente y jugaba conmigo. También me dejo sus uñas en mi piel y en mis dedos sus pequeños y afilados dientes. Le compré una cama y muñecos.

Se dormía en mi regazo por la mañana y por las noches. Estaba calentito, alimentado y limpio.
Yo acostumbrada a no tener pequeños animales ni nadie que me revolviera las cosas, lo pasé mal los 3 primeros días.

Me encariñe con él. Pero sabía que aunque él estaba muy agusto echaba de menos a su familia.
Asi, que este fin de semana lo devolví y cuando llegó al lugar lo conocía todo. Olió a todos los gatos y se puso a jugar con su hermana.
Esa noche durmió con ella. Los dos pegaditos dándose calor. Van juntos a todos los lados y juegan escondiéndose detrás de las ramas y de las macetas.

Yo lo echo de menos, pero estoy feliz porque él está feliz y puede correr sin tener puertas cerradas. Sé que allí en el Real, está mejor y es más feliz a pesar de tener que compartir todo con otros gatitos.

Los animales al igual que las personas no somos felices por lo que se nos da material. Sí por los sentimientos y el calor de los tuyos. Es mejor carecer de comodidades y sí tener el cariño de los tuyos.
Con esto aprendí que los animales sienten y padecen igual que los humanos. Y que no cambian su hogar ni familia por comodidad y por ser la mascota de alguien que sí lo va a querer pero, no es su mamá…

Y aquí está la historia de un gatito viajero :-) :-)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

narracion sencilla pero con el corazon en la mano me alegro por ti y por el gatito, sabemos cuanto lo extrañas pero tambien sabemos que te sientes bien de haberlo devuelto a su familia.
un saludo y un beso.

Unknown dijo...

Gracias Tony :-). Ayer hablé con mi suegra, la llamé por teléfono y me dice que el gatito está bien, que come él y su hermanita de la comida que yo le daba aquí. Llevé dos bolsas para que se hagan grandes pronto. Jajajaja tiene que estar allí con ellos hasta que terminan, si no los grandes se lo quitan ;-)

Saludos y gracias