¿Quién tiene la llave de tu alma?
Empuja el portillo,
entra si la oscuridad no te amedrenta.
Intenta encender el candil,
sí aun queda mecha firme,
y puede arder la llama.
¿Quien le robó a tus luceros el candor?
Apoderándose de la luz naciente del alba.
¿Quién apago la candela de esa tu bella mirada?
Empuja, empuja la puerta…
y deja que el rocío entre para lavarte la cara.
Las lágrimas ya enjuagaron tu alma.
La vida es como un gran ovillo de lana.
Que con el “huso”, se va embrollando.
Se va hilando en una maraña…
Se va haciendo cada vez más arisca.
Aunque también hay días muy sociables,
Dóciles como un alazán.
Autora: Isa, yo misma
Autora: Isa, yo misma
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