viernes, 25 de diciembre de 2009

Noche del Veinticuatro de Diciembre



El jueves día 24 por la mañana tocó cocina y más cocina. Preparé unas albóndigas en salsa para comer. Las albóndigas como cada alimento tienen su misterio. Para que salgan ricas hay que hacerlas con mucho cariño, y al hacer las bolitas acariciarlas suavemente entre las manos. Para preparar el alineo hay que echar a la carne cruda ajos y perejil machacado, un huevo fresco crudo, y una miga de pan empapado en leche. Envolver todos los ingredientes y dejar reposar un rato. Después coger porciones pequeñas de la carne y hacer bolitas para ir echando a la sartén. Yo no  las paso por harina así tienen menos calorías. Una vez frita se le hace la salsa para dar el gusto que cada uno quiera. Después me lié con una merluza que hice en salsa para la noche. Preparé los langostinos, los mejillones. Hice con bechamel 4 vieiras, una para cada uno. Dejé a mano el bote de espárragos,… Qué angustia de ver comida y más comida. Toda una mañana preparando comida. Después para la noche solo quedaba freír unas chuletas de cordero, preparar la ensalada, preparar los flanes con una rodaja de piña, nata, dos barquillos y caramelo líquido. También preparar la bandeja de los dulces.

Después de comer y haciendo mucho frío en la calle, nos fuimos a dar un largo paseo al campo.

Los árboles, zarzales, pajas y demás hierbas nos saludaban con mucho ímpetu. El viento estaba furioso y zarandeaba a todo aquello que encontraba a su paso. Es increíble la sensación de alaridos que se sienten en la imensidad del campo. El ruido es como una nota grave fantasmal que deja el vello de punta, como si algún desenlace fatídico se fuera a desencadenar... Es como si millones de boca de todos el mundo intentáramos a la vez soplar para mover algo pesado. Pues así pasaba en el campo, el viento movía las copas de los gigantes árboles. Pero también sacudía con su furia todo lo que a ras de tierra crece, o ya sin vida aun se agarra con esperanzas a sus moribundas raíces. Las nubes en el cielo estaban oscuras, aunque no tenían fuerza para descargar más agua. Sus enormes panzas desocupadas durante toda la mañana y la noche del miércoles, dejaron sus ojos cargados de ojeras, y melancólica. A la hora más o menos nos volvimos muertos de fríos pero satisfechos porque salimos un rato de casa.



Llegó la hora de la cena y Antonio bajó con el coche a por su madre para que no pasara frío. Cenamos tranquilamente y hablamos durante la cena. Nosotros hablamos poco, más bien escuchamos a los abuelos. Mi padre como cada año nos cuenta las batallitas de sus trabajos y lo mal que lo pasaron. Decía: Antes nos daban un chusco de pan y con ese trozo teníamos que tener para todo el día. Él dice que desde los 13 años ya comenzó a trabajar de cabrero. También iba a Ávila caminado a trabajar y a recolectar las algarroba y todo tipo de cereales. Los trabajo que ha realizado durante toda su vida han sido: Cabrero, pastor de ovejas, jornalero del campo, albañil, camarero, carnicero, cazador. Nos contaba que él era afortunado, ya que no les faltaba leche, queso, y en las fiestas sacrificaban una cabra y de ahí comían durante unos días carne. Su madre hacía cocido y lo almorzaban y también lo cenaban si tenían la suerte de que sobraba.

Vosotros no sabéis lo que es pasar hambre, y ojalá no lo conozcáis nunca. De vez en cuando hacía pucheros y sus ojos se llenaban de lágrimas. Mi suegra contaba igual, que ellos también pasaron mucho. Que ella desde muy chica también la tocó trabajar. Y los dos se lamentan de que antes no comían porque no tenían y ahora que tienen, no pueden comer porque el médico les dice que tienen colesterol. Antes comían buenos trozos de tocino y el colesterol no se conocía, la vida no era tan sedentaria como es ahora. También los trabajos eran más duros, de ahí que eliminaran las pocas grasas que tomaban. Pasamos la noche, ellos contándonos historias, y nosotros dos escuchando. Sobre las 23 horas mi suegra dijo a su hijo que la bajara a su casa, y ahí mi padre dijo: Quien sabe si volveremos a estar el próximo año aquí reunidos, a lo que yo le dije: yo aun no os he dado a ninguno de los dos permiso para que os vais al otro mundo, así que, no podéis partir. Se sonrieron y dijeron, bueno ya veremos, ya no queda mucho tiempo. Cada año después de la cena y con el brindis del champan los abuelos dicen lo mismo, ojalá el próximo año vuelvan a decirlo, eso será que aun sigue entre nosotros.

Mi padre se acostó y yo, mientras Antonio subía de dejar a su madre, iba fregando los platos.

Nos bajamos a casa de unos primos, charlamos un rato y a ellos no les apetecía salir, y nosotros nos fuimos a casa de unos amigos que nos invitaron a bailar.


Qué arte tienen todos. y qué sonrientes están

Un meneito bien bailado


Se arrancaron por sevillanas

Estaba rico el chocolare, todos se relamían


Ummmmmmmmmm Jesús, qué cara de vicioso jajajaja
Gracias Jesús y Juli por invitarnos a compartir con vosotros la noche del día 24.


Qué guapa Isa con gorrito y  antifaz.
He hecho las fotos más pequeñas porque estoy con el portatil moden USB portatil, y solo lo cargué con 400 MB. Cuanto más peso tienen las fotos, más mejas me resta. Me quedo rápido sin dinerito para poder entrar desde el pueblo.



Y aquí charlamos, bebimos, comimos, bailamos y nos reímos. Estuvimos bailando hasta las 5 de la mañana. A ésta hora hizo chocolate y desayunamos. Bueno yo no, no me sienta bien el chocolate, así que no tomé. Y a dormir como dos angelitos.

Eran las 6 de la mañana cuando nos metimos en la cama, y a las 12 desperté, tenía ganas de hacer un pis :-). Volví a la cama y me volví a dormir. A las 12:30 se levantó mi compañero y me despertó con el desayuno. Me preparó el desayuno y me lo  subió a la cama. Un rico zumo de naranja, y una taza de leche de soja con cereales. Lo tomé y a dormir otro rato. Sobre las 13:30 me desperté y ya me levanté. Me lavé la cara como los gatos, bueno como una gata, me vestí e hice la cama.

Mientras tanto Antonio bajó a su casa a por su madre. Mi padre llegó del campo, fue a ver si podía coger aceitunas. Cogió tres calderos de ellas que recogió del suelo barriéndolas. No se pueden varean las olivas porque están muy mojadas. A demás hace mucho frió para ir a coger la aceituna. Yo este año no iré a por ellas, por el frío y los vértigo que recién se me pasaron y no quiero recaer de nuevo.

Comimos de los resto de la cena del día 24. Y esta noche de nuevo cenaremos sopa marinera y restos de merluza. Una se da la paliza de cocinar una mañana y tiene para varias comidas.

Después llamé a mi amiga Presen y salimos un rato de paseo. Y ahora estoy aquí escribiendo. Antonio bajó al bar a charlar y alternar con unos primos. A mí no me apetece bajar, hace mucho frío y seguro en el bar solo hago que respirar humo. Así que aquí tan a gustito.

Esta noche no saldremos, veremos una peli aquí tan ricamente calentitos.




4 comentarios:

Cecilia dijo...

Hola Isabel, me alegra que hayas pasado una hermosa NocheBuena, en familia, con calor de hogar y.. también que te hayas divertido junto a amigos .. Feliz Navidad !!

Quiero desearte ahora un buen final de año y mejor principio !
¡¡Feliz Año Nuevo Isabel!!
besossss

Unknown dijo...

Gracias Cecilian. Igual te deseo que tú lo hayas pasado muy lindo con tu familia, y el nuevo año aun que está por llegar, te sea muy favorable y lleno de felicidad.
Besos

Malena dijo...

¡QUÉ BELLOS MOMENTOS!!!!

ABRAZOS, ISA!

Malena

Unknown dijo...

Hola Malena, Un fuerte abrazo. Igual te deseo una buena salida de año, y una muy buena entrada. qeu el próximo año te sea muy favorable y te haga muy feliz.
Abrazossssssss