Las calles las engalanan las vecinas con sus mejores manteles, colchas y toallas bordadas.
Para colocar estos adornos las vecinas son unas buenas artistas. Aqui está la prueba de ello.
Yo no colaboro, sólo miro y hago fotos :-)
Estos adornos son de la calle más abajo de donde yo vivo.
También un altar muy adornado.
En los cogines mulliditos el parroco se arrodilla, y pone no sé como se llama, esto que lleva en sus manos y le tapa la cara. Y comienza a decir oraciones. Es de plata y parece un sol. Ayyyyyyyyy, si es que no estoy muy puesta en esto de la iglesia.
Este es el altar de mi calle.
Muy adornadito. Mis vecinas se esmeraron en adornarlo bien. Ofrecen tambien comida y agua para calmar la sed y el hambre.
Tal vez las uvas seas el vino, y el pan al trigo. Ummmmmm, que desastre soy. Debería de haberme informado, pero ya es tarde.
La procesión por las calles va en silencio, no sé el motivo, pero van en silencio.
Sólo se escuchan los petalos de rosas que van cayendo al suelo de manos de los niños que hicieron la primamera comuniòn unos días atras.
Este cacharrito que lleva el cura es de plata, y creo que ahi estan las ostias consagradas.
Mira que bien, debajo de la sombra, los hay con suerte.
Seguro tiene su por qué, pero no lo sé.
Alfombra que hicieron de sal. Sal blanca y de colores.
Estaba justo a la entrada de la puerta de la iglesia.
Supongo es el Sagrado Corazón de Jesus
Los niños perfumando por donde tiene que pasar lo de las ostias consagradas.
Lo siento, no sé muy bien la historia de lo que representa lo que lleva el parroco en las manos.
Muy guapas/os los niños/as de comunión
El ambiente se tiñe de color rojo y un agradable aroma a petalos que las manos inocentes de los niños van creando una gran alfombra.
Hasta los pajaros dejaron de cantar al paso de la procesión