Por las noches los muñecos de peluche que durante el día están adornando la cama, se van a la habitación con bolita la conejita. Abren su jaula y la invitan a jugar. Bolita hace de caballo y los Winnie the Pooh recorrer tranquilamente las habitaciones mientras cabalgan encima de bolita... Se ríen, lo revuelven todo y también llaman a un ratoncito que se ha hecho amigo de ellos.
Anoche llamaron a la luna. Ésta se acercó a la terraza en donde ellos esperaban, lanzó una de sus trenzas para que subieran todos ellos y hacer un viaje por los cielos.
Bolita la conejita en el viaje por el espacio se acercó mucho a una estrella, y con sus bigotes la hizo estornudar. La pobre estrella al golpe de tos se fundió. Los Winnies, bolita y el ratoncín se pusieron a llora porque la estrella se había quedado sin luz. La luna los vio tan desesperados y desconsolados, que le dio un poco de su energía a la estrella. Cuando los enormes ojos de los amigos vieron de nuevo lucir a la estrella se pusieron muy contentos abrazando a la luna, y dándole las gracias.
La luna en la noche se fue desplazando y llegó hasta un hospital de niños. Nuestros amiguitos ayudaron a que algunos de estos niños enfermos que aun estaban despiertos se relajaran. A uno le pusieron el chupete que se le había caído al suelo. Al otro le dieron golpecitos en la espalda para que conciliara el sueño.
A otro niño le acariciaron la cabecita,... Un niño ya algo grandecito de 4 años, tomó a bolita y lo estrujó contra su pecho. La conejita no podía desprenderse de él, y la noche se alejaba y comenzaba el alba. A la luna se le terminaba el tiempo, y si la conejita no volvía la tendrían que dejar allí. Los Winnies y el ratoncín ya estaban dentro de la luna muy impaciente esperando que llegara Bolita.
No se podían ir sin su amiguita, pero no sabían que podían hacer para sacar de los brazos del niño a Bolita.
De nuevo bajaron de la luna y el ratoncito le hizo cosquillas al niño, así abrió los brazos y la conejita pudo salir de entre su pecho. Pero el niño al ver que su juguete se iba, se puso a llorar desconsoladamente. Y los amiguitos temieron que despertara a todos los niños. Pidieron a la estrella que la luna le dio su energía que por favor bajara, y se quedará con el niño un rato. Así ellos pudieron subir a la luna, y hacer el viaje de regreso. Al día siguiente los muñecos de peluche volvieron a ocupar su lugar en la cama, y bolita estaba en su jaula como si nada hubiera hecho a lo largo de la noche, peor sí parecía que estaba algo más cansada. Esta es la magia de los muñecos de peluche que tanto les gusta a los niños/as. De dia juegan con nosotros, y de noche nos arrullan, y protegen mientras dormimos o cuando el sueño no quiere venir...
Regalo para Malena y todos los niños/as que ahora esten malitos.
8 comentarios:
¡GRACIAS POR DEDICARLE A MALENA, UN CUENTO TAN BELLO! MUCHAS GRACIAS!
WILLIAMS
Gracias a ti por leerlo y transmitirle cuando la veas mis cariños.
Saludos y un abrazo. Besitos para Malena cuando vayas a verla.
Que bonito cuento Isabel!!! seguro que le gustará muchisimoa Malena.
Un abrazo.
Gracias Julia, eso deseo que le guste y le haga bien.
Graciasssssssssss.
Otro abrazo par ti.
Gracias, amiga, de verdad... GRACIAS!!!!
Te Quiere,
Male.
Gracias a ti Malena.
Me alegro que estés, y que continues fuerte.
Abrazos de parte de Antonio y míos
Qué bonito Isabel, la magia siempre está para los niños y los puros de corazón como ellos.
Un beso inmenso para Malena y otro para ti !
Bolita ocupa un sitio especial, lo he visto ..me encanta, es tan tierno ..
Gracias Cecilia. Sí, ya he visto a Bolita en el blog de Malena.
Besosss
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