viernes, 16 de noviembre de 2007

PAJARO RELOJ Y EL ARBOL DEL DESEO



Una obra que nos trasporta a la creación de Eva y la tentación del Pecado Original... En esta obra, Adán no existe y si una Eva esplendida llena de dulzura y muy sensual. De cabellos rubios y formas muy femeninas. Sus caderas son anchas y su pubis se ve bien poblado de vello. De muslos prietos que esconden un sexo latente, jugoso como una fresa madura. Con necesidad de ser acariciado y gozar. Sus pechos se intuyen redondos de pezones rígidos como duraznos a punto de madurar.

La mujer de la obra se ve con dos caras. Una de las caras está marcada por las creencias religiosas y el pecado. Transmite dolor, sufrimiento, tormento…obediencia, casi se podría decir que se ve una la mujer sumisa, preparada para ser esclava…

La otra de las caras, se niega a tener una vida creada por una sociedad que no tiene en cuenta sus necesidades como mujer, como ser vivo con apetencias sexuales. Ella se revela contra la carga moral y la educación sexual impuesta por la religión.
En su interior se desata un desenfrenado deseo sexual. Es como si la mitad de su ser no aceptara ser una mujer obediente y preparada solo para ser madre y no tener un disfrute libidinoso pleno. Por ello extiende su mano para tomar del árbol prohibido la manzana que aquí no representa el pecado, si no su forma de rebeldía contra lo impuesto por las creencias, y normas metódicas.

Está dispuesta a disfrutar y gozar plenamente del sexo.
El pájaro con el reloj le marca que el tiempo corre y se acaba, que es hora de cambiar sus hábitos sexuales y ser ella misma.
Mientras tanto el murmullo de unas aguas cristalinas siguen su rumbo río abajo y ella sueña que vuela y se libera de sus ataduras morales. La luna blanca, casi inmaculada, es su fiel compañera. Ella le da luz y contempla la belleza que tiene la mujer.

Es una obra de arte que esconde varios historias sobre el sexo y disfrute de unos cuerpos que están latentes y muy vivos. En esta creación, el pintor ha querido destacar la figura femenina y su condición por los perjuicios de una sociedad marcada por imposiciones y el disfrute del sexo en la mujer con creencias religiosas.

Muy buena tu obra Enrichernaez.

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