Esta camiseta es mi primer regalo por participar en un concurso de fotografía. No es una camiseta de premamá no, esque estoy adquiriendo unas anchuras algo desmesuradas, la edad y las hormonas, ya saben jajaja.
La camiseta la dieron como premio a las 1000 primeras personas. Ahora queda el premio y consiste en uno abono mensual para viajar en transportes públicos y otro anual. Uffffffff, que bien me vendría el abono anual. Ahora con el mensual pago todo los meses 57 euros por desplazarme a Madrid, uffffffffff, con el anual casi casi para comprarme el portátil. Bueno, ya tengo 400 euros ahorrados, yo creo que antes del verano ya lo tendré y en las noches de mucho calor, me iré cerca de un lugar donde haya Wifi y charlaré con quien pueda, viajaré despierta a lomos de mi portátil.
Ojalá fuera premiada con el abono anual de viajes, me sobraría dinerito y comenzaría a ahorrar para viajar a Argentina. Creo que iría sola jajaja, a mi compañero no le hace mucha gracia.
Aquí dejo una foto de otro concurso que participé y no fui premiada. ¡¡Ahhhhhh!!, ¡¡claro que fui premiada!! recibí el mejor de los premios, poder disfrutar en vivo y en directo del maravilloso espectáculo.

Ahí está mi compañero en un ocaso jugando con Febo :-)
A todo esto, el viernes pasado el metro iba fatal y llegué tarde al trabajo. Fueron dándonos largas y en cada estación se paraban 5 minutos al menos. Luego en Laguna, nos dicen: “disculpen las molestias pero tienen que desalojar el metro”. Ufffff, me puse nerviosa casi temblaba como un flan. Si llego a tener puesta la camiseta regalo del trasporte público, me la quito y se la tiro allí al conductor. Nunca estuve en Laguna y me pasa que cuando piso tierra por primera vez en algún lugar, me entra ansiedad y no doy pie con bola. Así que en alto, de mi boca salieron palabras de angustia:
- ¡¡¡Manda huevos!!!. ¿Y ahora como llego yo al Alto de Extremadura?
Menos mal que siempre hay almas caritativas que te echan una mano.
- Hija no te preocupes ven conmigo yo voy a la salida y allí tienes el 31 (autobús) que te deja justo en la puerta del metro del Alto Extremadura Ummmmmmm, hasta que llegué a la salida, mi cabeza cavilaba y tuve que respirar varias veces
Casi casi me agarro a su mano. Cuando estoy tan nerviosa necesito una mano amiga que me guíe entre la manada de lobos. Por fin, después de subir montones de escaleras mecánicas, salí a la calle. Pude respirar bocanadas de aire fresco mojado: caía el diluvio universal. Me dieron ganas con maderas de una obra que había allí al lado, ponerme hacer un barco como el Arca de Noe.
Por fin llegué a mi trabajo una hora más tarde de lo habitual. Pero como no tengo que fichar, no pasó nada y tampoco recuperé, salí a mi hora, como está mandado.