No he pedido permiso para sacar las fotos en en mi bog. Espero que no tenga problemas :-)
He aquí el novio con la lengua fuera, si es que es un bromista y no iba a ser menos en su boda.


Qué guapo está mi novio :-) Y mi cuñado, y primos.



He aquí el lugar donde fueron casados por un Concejal.







El sábado por la tarde estuvimos de boda en la Finca La Peña del Agua.
http://www.p-delagua.com/
Un lugar en contacto con la naturaleza. No tuvimos mucha suerte, la lluvia nos vino a visitar, pero el sitio es estupendo para celebrar cualquier tipo de evento, y estar reunidos con las personas que más quieres.
A pesar de la lluvia, es un lugar hermoso. Y el personal muy cualificado y una atención exquisita.
Después de la ceremonia dejó de llover y el coctel de bienvenida, y la cena incluida se hizo en una enorme carpa acondicionada. Había calefacción incluida. Como el coctel de bienvenida fue muy variado, los canapés y bebida enseguida hicieron efecto y los paseos hacia los servicios fueron muy concurridos. Estaban un poquito lejos de la carpa. Pero incluso venía bien. Así con el paseíto, la comida bajaba y dejaba hueco para seguir degustando. Me encantaron los canapés y todo tipo de bebidas.

Una servidora se tomo tropecientos canapés y cinco zumos de tomate. :-) Tuve que ir en dos ocasiones a desocupar mis entretenidas y alimentadas tripas. Se ve que los camareros/ras, sabían donde estábamos los más glotones y soltaban una bandeja y traían otra y otra,...
La cena estuvo igualmente muy bien. AAyyyyyyyyyyyy, que no recuerdo muy bien. Voy a intentar explicarlo. Era medio melón de invierno, de estos chiquitos. Adornado con piquitos de su propia cascara. Y en el centro un coctel de marisco. Exquisito. Después llegó un hojaldre de salmón, igualmente riquísimo. Un rico y refrescante sorbete de mango, que una servidora tampodo se tomó, pues estaba muy cargado de champán. Seguido un buen trozo de solomillo de ternera con patatas risotadas, cebolla y pimientos del piquillo. Esto se lo di a mi cuñado Paco. El no probó ni el coctel de melón ni el hojaldre de salmón, dice que son, con perdón y todo mi respeta para los homosexuales, dice que son mariconadas. Él es muy bruto, es de pueblo y le gusta un buen plato de patatas y un buen trozo de carne, y todas las demás exquisiteces dice que son eso, chorraditas y mariconadas. Hay que ver que brutos son algunos de verdad. Nunca serán refinados.



Después de solomillo de ternera y las patatas risotadas, llegaron los postres. Un pinta exquisita. Dos trozos de tarta de bizcocho de chocolate. Con una crema de chocolate caliente y una bolita de helado casero muy fría. Jajajaj, claro, mira que soy, la bola de helado ha de ser fría, si no, no sería helado. Esto se lo di a mi compañero. El es muy dulce y siempre necesita doble ración.
Después champan o cava, que una servidora tampoco tomó. Eso sí, una manzanillita para hacer la digestión si tome. Y un bombón muy rico de chocolate.

El lugar es muy romantico por la noche. Hay pajaros que cantan y un ambiente lleno de velas y luces que enamoran. Y el correr del agua es un sonido constante.
Al baile también me apunte, a pesar de que tenía los pies trituraditos metidos en mis zapatos nuevos. Me eché otros zapatos planos, pero me los solicitó la madrina. La madre de la novia. Y claro, yo se los dejé. Hacíamos intercambio. Cuando mis pies ya gritaban de dolor y pedían auxilio. Le pedía los zapatos planos a mi cuñada. Y ella seguía bailando descalza. Cuando a ella se la quedaban fríos, me lo pedía de nuevo y yo volvía a encarcelar a mis pobres pies. Un suplicio y una pena el maltrato físico que sufrieron mis deditos rechonchos y chiquitines. Yo en realidad, no me descalcé por miedo a clavarme un cristal. Pues hubo a alguien que se descuidó y el vaso fue a besar el suelo.
Y bueno a las cuatro de la mañana llegamos a casa y a dormir. El cansancio se olía a mil metros de distancia. Y nos metimos en la cama y ninguna carantoña. Nos dimos el culillo, y hasta otro día.