miércoles, 27 de febrero de 2008

Jugando a ser niñas

¿Has jugado alguna vez a la orquesta?
No es necesario que dirijas bien la orquesta, solo tienes que estar dispuesta/o a jugar.
Normalmente hay pocas voluntarias así que se sacan a dedo, aun así, hay quien se niega por vergüenza jajajajaja

Una de las compañeras sale fuera mientras se elige una de nosotras para que haga el sonido de la música y sobre todo gestos. Todas tenemos que hacer lo mismo para que no sea descubierta la que persona que lleva la orquesta. Si es descubierta sale ella fuera y de nuevo hay que adivinar quien es la maestra de orquesta. Es gracioso y da mucha risa porque se supone que somos personas adultas y serias jajajajaja. Solo con ver las caras y movimientos ya nos da la risa y como ésta es contagiosa, cada vez reímos más. Al comienzo enseguida señalaban a la Directora de la Orquesta. Pero a la tercera vez, se ve que estábamos empanadas de tanto reír y costó algo más de descubrirla. Al final descubría descarte.
Se hizo música de trompeta, también algo así como una especie de flauta constipada, y música bucal con la lengua y moviendo los brazos.

Después jugamos al correo falso. Es algo así como ver quien era la más chismosa del grupo.

La frase original era: ¿Cómo te parece una viejiceta vendiendo pan en la isla de san Bernardo?

Somos 20 compañeras y desde la primera fue pasando el mensaje original y el dicho poco poco se fue distorsionando hasta llegar a las últimas mujeres que dijeron:
¿La isla de San Fernando en qué se parece a una vieja?
¿En qué se parece una vieja a la isla de San Fernando?
Jajajajajaja ¿La iglesia de San Fernando en qué se parece a una vieja?

Normalmente los chismes de los pueblos y vecindarios, suelen deparar en distorsionar la realidad de algo que alguien dijo, o algo que sucedió en un momento dado. Las chismosas son liantas y pueden nublar un día sin necesidad de apagar la luz del sol.

Después hemos jugado ha hacer un cuento. María Lucía dijo la primera frase y cada una de nosotras tenia que repetir todo lo anterior y añadir otra frase al cuento.
El cuento comenzó así:

Había una vez un árbol; El árbol tenía manzanas muy hermosas; Unos niños tiraban piedras a las manzanas; En el jardín había gente tomando el fresco; Al lado había una casa pintada de verde y naranja; En la casa había dos perros, un Galgo y un Pastor Alemán; En el jardín había gusanillos de seda que eran pisoteados por los perros; Había también mucha hierba y una gran piscina; Se escaparon las ovejas de un pastor y entraron al jardín; El dueño de la casa se puso cabreado; Salió el dueño corriendo y se cayó al suelo; Salieron los perros y le mordieron los huevos; El hombre desesperado de encontró de frente un lobo;El lobo por poco se lo come, pero solo alcanzó a romperle el pantalón; Mientras tanto, un burro por allí andaba rebuznando; Unos viejecitos que vieron todo eso salieron corriendo asustados de lo que allí vieron. :-) :-)

Cuando llegó a las dos últimas, iba bien masticado y digerido el cuento, aun así, hubo atascos. Y ésta fue la historia del martes. Y colorín colorado, la historia ya ha finalizado jajajajaja

Ahhhhh se me olvidaba. Mientras tomábamos pastas porque alguien se dejó la cafetera arriba guardada en el armario :-) :-), se contaron algunos chistes:
¿En qué se parece una lechuga a una viuda? En que las dos tienen el rabo bajo tierra :(

¿Sabes por qué Paco andaba espatarrado? Porque tenía colesterol y el médico le dijo que los huevos ni tocarlos jajajajaja.

¿Como sacaron a un burrito del pozo? Mojado :-)

Bueno aquí termino la clase del martes no sin antes darnos besos y abrazos y desearnos una buena semana.

martes, 26 de febrero de 2008

CORAZÓN PARTIDO






















CORAZÓN PARTIDO

Se le rompió su corazón anciano.
Sus ramas y tronco soportaron muchos días de nieves, de heladas,
de tórrido sol, lluvias y vientos huracanados.
Con sus ojos avellanados más de un Arco Iris pudo vislumbrar.

Algunos días de otoño o de verano,
bellas mariposas en sus hojas se aparearon.
Por la primavera nidos con ramitas y algodón,
los regocijados gorriones allí su hogar instalaron.

Griterío infantil, pasos lentos de los ancianos, bebes lactantes,
acompañaron por muchos años al arcaico árbol.
Algún secreto de amoríos, lagrimas, risas, muecas y sonrisas…
En su corteza arrugada se impregnaron.

Ahora luce un corpiño de metal.
Su savia como un potro desbocado por su corazón circulará.
Su tronco vestido de gala, sonrisas de nuestros labios arrancará.
Arrumacos infantiles con manos inocentes,
por su tronco y coraza de metal, las caricias no cesaran.
Y el canto gregoriano de los pájaros de nuevo podrá escuchar.