sábado, 6 de marzo de 2010

Lasaña paso a paso.

Ponemos 4 cucharadas de aceite de oliva en una sartén a calentar.
Cuando esté caliente echamos una cebolla que previamente habremos quitado la piel, y picado en trozos.
Cuando ésta esté doratita, significa que está frita. Añadimos dos tomates rojos o en su efecto una salsa de tomate comprada. Que cueza durante dos minutos y añadimos dos latas de atún en aceite, a la que previamente habremos escurrido el aceite.
Y el resultado es este.

En una fuente de hornear pondremos en el fondo un poco de la salsa de tomate
Ponemos encima de esta salsa las laminas para la lasaña, que habremos tenido en agua caliente 20 minutos. No tienen que cocer, ya vienen así para poner en agua calentita.
Se sacan y secan con una servilleta de papel, y se ponen sobre la salsa.

Vamos echando una cantidad de la salsa de tomate con la cebolla y el atún,  sobre cada lámina.

Ponemos otra lámina encima, y así sucesivamente, depende de como queramos hacer de gruesa la lasaña, o del fondo que tenga el recipiente.
Echamos dos cucharadas de aceite en una sartén. Cuando está caliente echamos una cucharada colmada de harina.
Damos varias vueltas hasta que se haya dorado la harina. Echamos sal al gusto. Si gustan  rayadura de nuez moscada. Yo no le he puesto porque no tenía, pero le da muy buen gusto.
Le agregamos un vaso y medio de leche y no dejaremos de mover, la temperatura no muy alta para que los grumos se vayan desaciendo.
No os preocupeis si una vez hecho el bechamel tiene grumos. Pasais la batidora con mucho cuidado para que no salpique, y nos quedará una salsa muy fina.

Cubrimos las laminas de la lasaña.


Espolvoreamos queso rallado.

Metemos al horno solo con la parte de arriba encendida para gratinar el queso. Mientras se hace allí permanente, y al cuidado de que no se queme
Está delicioso. Buen provecho



Presen, esta lasaña te la dedico a ti.
Igual se hacen los canelones, pero con laminas de canelones.
En vez de atún puedes usar carne picada de pollo, de ternera, de cercito.
O lasaña, o canelones de verduras: cebolla, calabacin, berenjena, pimiento rojo, pimento verde, tomate, ... A gusto del consumidor.

jueves, 4 de marzo de 2010

Winnie the Pooh recobra vida por la noche


Por las noches los muñecos de peluche que durante el día están adornando la cama, se van a la habitación con bolita la conejita. Abren su jaula y la invitan a jugar. Bolita hace de caballo y los Winnie the Pooh recorrer tranquilamente las habitaciones mientras cabalgan encima de bolita... Se ríen, lo revuelven todo y también llaman a un ratoncito que se ha hecho amigo de ellos.

Anoche llamaron a la luna. Ésta se acercó a la terraza en donde ellos esperaban, lanzó una de sus trenzas para que subieran todos ellos y hacer un viaje por los cielos.

Bolita la conejita en el viaje por el espacio se acercó mucho a una estrella, y con sus bigotes la hizo estornudar. La pobre estrella al golpe de tos se fundió. Los Winnies, bolita y el ratoncín se pusieron a llora porque la estrella se había quedado sin luz. La luna los vio tan desesperados y desconsolados, que le dio un poco de su energía a la estrella. Cuando los enormes ojos de los amigos vieron de nuevo lucir a la estrella se pusieron muy contentos abrazando a la luna, y dándole las gracias.


La luna en la noche se fue desplazando y llegó hasta un hospital de niños. Nuestros amiguitos ayudaron a que algunos de estos niños enfermos que aun estaban despiertos se relajaran. A uno le pusieron el chupete que se le había caído al suelo. Al otro le dieron golpecitos en la espalda para que conciliara el sueño.

A otro niño le acariciaron la cabecita,... Un niño ya algo grandecito de 4 años, tomó a bolita y lo estrujó contra su pecho. La conejita no podía desprenderse de él, y la noche se alejaba y comenzaba el alba. A la luna se le terminaba el tiempo, y si la conejita no volvía la tendrían que dejar allí. Los Winnies y el ratoncín ya estaban dentro de la luna muy impaciente esperando que llegara Bolita.

No se podían ir sin su amiguita, pero no sabían que podían hacer para sacar de los brazos del niño a Bolita.

De nuevo bajaron de la luna y el ratoncito le hizo cosquillas al niño, así abrió los brazos y la conejita pudo salir de entre su pecho. Pero el niño al ver que su juguete se iba, se puso a llorar desconsoladamente. Y los amiguitos temieron que despertara a todos los niños. Pidieron a la estrella que la luna le dio su energía que por favor bajara, y se quedará con el niño un rato. Así ellos pudieron subir a la luna, y hacer el viaje de regreso. Al día siguiente los muñecos de peluche volvieron a ocupar su lugar en la cama, y bolita estaba en su jaula como si nada hubiera hecho a lo largo de la noche, peor sí parecía que estaba algo más cansada. Esta es la magia de los muñecos de peluche que tanto les gusta a los niños/as. De dia juegan con nosotros, y de noche nos arrullan, y protegen  mientras dormimos o cuando el sueño no quiere venir...



Regalo para Malena y todos los niños/as que ahora esten malitos.




miércoles, 3 de marzo de 2010

Bolita la conejita mimosa.


Cuento elaborado para Malena.

Bolita llegó a casa por casualidad. No estaba en los planes de Antonio ni en los de Isa cuidar de bolita, pero el destino a veces nos hace regalos. La primera noche durmió en una cajita de zapatos tan pequeña como ella. Asustadita temblaba y se quedaba agazapadita. Le hice una camita cómoda con trapitos blancos de algodón. Le puse trocitos de zanahoria, pan y hojas de lechugas, y una tapita de un frasco en donde bebía agua. Las tiendas de mascotas estaban cerradas, por lo que hubo de improvisar.

Al día siguiente bolita estaba descompuesta. Y una servidora no sabía qué hacer. Cada dos por tres bolitas hacia cacas muy liquidas. Se lleno las patitas. Puso el piso de la cocina perdido. Cuanto más limpiaba más caquita había en el suelo. En varias ocasiones tuve que poner a bolita bajo el grifo con agua templada para lavarla las patitas y el culote. Estaba llena de caquita hasta las orejas.

Salí en busca de ayuda y entré en una consulta de veterinario. No me daban nada para bolita si no la llevaba. Y el veterinario me dijo que ella cobraba por las consultas. Digo ella porque era mujer. Así que me fui a una tienda de mascotas y les dije lo que sucedía. Me dijeron que la lechuga es muy mala para los conejitos, que no le diera ni una hoja más. Me dieron pienso compuesto para bebes conejitos, heno y a ver si así aguantaba y se le quitaba la colitis.
En cuanto se limpio de la lechuga del día anterior, bolita comenzó a hacer cagarrutinas algo blandas. A la noche ya eran más duritas y hoy por hoy está más sana que una manzana.

Esta es la historia de bolita.

Bolita fue donada para recaudar dinero en los carnavales de mi pueblo. Desgraciadamente ese dinero no era para Haití, si no para decir misas a las animas benditas. Seguro si le hubieran preguntado a estas ánimas donarían el dinero para Haití o cualquier otra necesidad, que en el mundo hay mucha.





Hola Malena, soy bolita y quiero contarte un cuento.

Anoche mientras dormía soñé con un gran campo lleno de zanahorias. En un descuido salí de mi casita y eché a correr. Pero de pronto las zanahorias se convirtieron en luces de colores. Había un tiovivo en donde niños y niñas sonreían y disfrutaban. Yo me puse agazapadita para ver la alegría de los niños que subían al tiovivo. Un niño al ver que mis bigotes se movían, echó a llorar.

Yo le decía: "siiiiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiii, calla bonito, que vendrá el dueño del tiovivo y me echará de aquí".

Pero el niño cada vez lloraba más. Se me ocurrió taparme los ojitos echando mis enormes orejas hacia delante. Y el niño sonreía. Luego reía y reía. Y como sus papas vieron que el niño reía por primera vez en 7 años, ya que era un niño autista, los padres se quedaron sorprendidos y se dieron cuenta de que llevar a los niños a los parques de atracciones y estar en contacto con otros niños, es la mejor de las medicinas. Esto también es para los adultos. Estar aislados no es bueno. Nos hace ser personas huidizas de la realidad, y muy introvertidas.

Este papa lo puso en conocimiento de los médicos y de los maestros. A partir de entonces, una vez a la semana los niños debían de ir a los parques y relacionarse con otros niños. Pues se dieron cuenta que el aislamiento no es bueno. Y sí es bueno estar al aire libre con otros niños en los parques jugando, y disfrutando del sol, del aire y del contacto entre los humanos.



De pronto me desperté y vi que estaba en el rejazo de Isa. Sentia su respitacion y el teclear de sus dedos.

Me pasó sus manos por encima de mi lomo y yo me sentí la conejita más dichosa de  todo el universo.

Qué a gustito estoy aquí. Cada mañana me limpia, me pone comidita nueva y me acaricia. Me hace a cada rato fiesta. Pero yo soy algo malita, me meto debajo del sofá y la hago de rabiar quedándome allí un rato.

Luego salgo corriendo y me meto en mi casita. Si está Isa en casa  tengo la puerta abierta de mi jaulita para poder entrar y salir cuando quiera.

Eso sí, las demás puertas están cerradas, excepto la de la cocina y la habiatación del ordenador. Tengo un pasillo enorme donde puedo pasear y lanzarme en tobogan. Y una cocina en donde hay mucha luz. Y la habitación en donde ella teclea con sus dedos y yo me duermo en su regazo.

Malena, espero te haya gustado mi cuento y parte de mi vida real. Besitos

Deseo que estés muy bien y tengas mucho ánimo y mucha alegría.

Tú amiga la conejita bolita :-)

Besos y abrazos de Isa que  con mucho cariño ha elaborado este cuento para ti,  y ha puesto las palabras en la  boca y pensamientos de la conijita bolita.




Se pone ahí así de comoda porque está calentita, ya  que pasan las tuberias de la calefaccion por el suelo, y justo por ese trozo.

lunes, 1 de marzo de 2010

Últimos coletazos del Invierno


 Los últimos coletazos del invierno han sido furiosos. El sábado por la tarde, el viento hacía pedazos el silencio como si de una manada despiadada de hienas hambrienta se tratara. Mi amiga Presen se empeñó que bajáramos a Talavera de la Reina, pues en la mañana bajamos nosotros con mi padre  para recoger un encargo, y se habían  formado pequeñas lagunas en donde antes solo había terrones de tierra o hierba. Éstas pequeñas lagunas estaban pobladas por patos y garzas que lo han confundido con El Parque de Doñana, o las Tablas de Daimiel. En la mañana no pude hacer fotos, íbamos deprisa y con mi padre. Y por la tarde en estas lagunas los patos y garzas habían desaparecido, supongo por miedo al fuerte viento que se anunciaba.


Mi amiga paró un ratín el coche, pues el aire ya comenzaba hacer acto de presencia y sus gritos eran terroríficos, como si deseara tragarse todo lo que pudiera arrancar con sus fuerzas.

Nos subimos rápido para El Real. Mi amiga se vino para Madrid y una servidora se armó de valor y fue a recibir al gran temporal que se avecinaba. El gran vendaval comenzó a media tarde. Los árboles, pájaros y todo ser vivientes ya habían sido avisados. Algunos árboles se torcieron dejándose caer en el suelo, y así no ser un impedimento para que el viento corriera libremente, y poder pasar por lo alto de ellos sin dañar ni una sola de sus ramas ya casadas, y hastiadas por tanto frío, y el lluvioso invierno.


Ni un solo ser vivo andaba por la calle, tan solo alguna lunática que a la desesperada fue a hacerle frente a un acicalado viento que se acopló su armadura de guerrero para luchar a brazo partido.

Una servidora sólo llevaba una cámara con la que disparaba para atrapar en alguna de las fotos al viento. Pero éste es tan rápido y escurridizo, que tan solo se ve los daños causados. Él no es tangible, sí los destrozos que hace a su paso.

El agua de los Veneruelos es un agua muy rica de manantial.
Acuden personas de otros lugares a llenar las botellas para tener agua durante un mes.
Al cabo de un mes vuelvel a por más agua.
Las mujeres de este pueblo que beben el agua, son muy bellas, aquí está la muestra.
Por cierto este año corren bien los caños, se ve que hay abundancia de este preciado líquido qeu regala vida.


Las pocas o muchas flores de los árboles frutales que hubiera pendiendo de los árboles, a buen seguro las arrancó y formó una gran alfombra con ellas. Las estrellas se escondieron detrás de las nubes negras como si estuvieran ahumadas. La luna lució por momento clara, por momentos tiznada.

Las nubes iban corriendo a la desesperada surcando los cielos de una noche oscura y lluviosa. Daba miedo asomarse a la calle. Las ráfaga de viento despertaron a todos los fantasma para que le acompañaran, y asustar a las valiente que aun querían fotografiar a la luna que jugaba al escondite detrás de las nubes en una noche alborotada.