La primavera hizo su esplendor.
Dejó que fotografiaras alguna que otra flor.
No te dio mucho tiempo, pues ella te quería para ella,
y por eso tu débil corazón paró.
Y en pocos días te fuiste a conocer otro mundo.
¡¡¡Tal vez sea mejor que éste, tal vez no!!!
Tus ocasos y las nubes, lloran tu partida.
Sus lágrimas serán bebidas por las flores de tu jardín.
Tus caricias son soplos de aliento,
que hasta las rosas, las calas, lirios,…llegarán.
Tú te valdrás de las puestas de sol, de las nubes…
Para lanzar mensajes para que no estemos triste por tu ausencia.
Muchas personas sabrán de buen corazón.
Tu nobleza y buena persona.
Eras muy grande, pero como un niño que deseaba ser querido.
Tus amigos te respetamos y te dimos, y a la vez recibimos tu cariño.
Todos, tu familia, tu fiel mascota, tus cielos con nubes o despejados.
Las tormentas, tu árbol que tanto querías al lado de tu casa.
Tus fotos de flores de miles de colores y diferentes olores.
Te tendremos siempre en nuestro corazón.
Hasta siempre Salvador.
Escritora: Isa, yo misma