martes, 18 de octubre de 2011

Homenaje a Bolita mi conejita

Bolita era mi mascota.
Era como una Bolita de algodón.
Mimosona y cariñosa.
Social y juguetona.
Me dio muchos momentos muy felices.
Ella también era muy feliz, se la veía alegre.
Cada mañana al levantarme la primera obligación era atenderla a ella.
Desinfectar su jaula y ponerla agua y comida.
Lavarla las patitas y el culillo, quitarle las legañas.
Cuando llegó a casa, era como una pelotita de algodón . Cabía en mi mano.
Fue creciendo y haciendo trastadas. Se comió dos cables de la cámara, me mordisqueo los rodapiés de madera de la habitación del ordenador. hacía grandes podas en las plantas.
Nunca la pegué, sí hablaba con ella para que entendiera que no estaba bien lo que hacía. Y parecía que me emprendía. Pero al día siguiente volvía hacerme otra trastada.
Aun así la quería muchoooooooo, la queríamos los dos mucho.
Me hacía mucha compañía y los días de invierno eran más llevaderos, pues jugaba mucho con ella.
Se ponía a mi lado,  pegadita a mis pies.
Estuvo con nosotros un año y ocho meses. La convivencia crea una relación cargada de sentimientos.
Bolita el día 13  a las 5 de la mañana, fallecía. Dejó de respirar.
El sábado día 15 la enterramos en el huerto bajo una cornicabra.
Así era Bolita de preciosa.


Se dejaba peinar, lo que peor llevaba era que la cortara las uñas.



Aquí comiéndose una penca de acelga

Bolita ya no está con nosotros. Pero la quisimos mucho.
Era limpia como una persona. Mientras estuvo bien, nunca se hizo caca ni pis por la casa. Estaba bien enseñada.
Bolita dejó de comer dos días y al tercero se murió.
Nunca hasta entonces estuvo malita.
Tan solo tuvo sarna en las orejitas que se las cure con aceite de oliva. Y dos heridas que le salieron en las patitas. A raiz de aquí comenzó a comer menos, hasta que dos días antes de dejar de respirar, se negó a comer y a beber.
Necesitaba hacer esto para sentirme mejor y hacerle un homenaje a mi querida mascota Bolita.
Me enseñó mucho y me hizo ser más abierta, y a  darme cuenta que podía cuidar de ella al igual que cuido de mí misma.