Bolita es una conejita muy cariñosa y mimosa. Cada mañana nada más levantarme la limpio y mientras la limpio anda suelta por la cocina. Se mete debajo de mí. Se esconde en mis zapatillas que tengo en chancletas, y me hace cosquillas en los pies mientras limpio su jaula. Me olisquea todo lo que está a su alcance. Mis manos, mi ropa, mis pies. Creo que ya conoce mi aroma. Mientras limpio la jaula estoy de rodillas, así mi espalda no sufre, y ella está lo más ceca de mí. Tengo que andar con mil ojos para no pisarla o aplastarla en cualquier movimiento.
La encanta que la acaricie y pase mi mano por encima de su cabeza aplastando sus orejillas puntiagudas, y siguiendo hasta donde termina su rabito. Una y otra vez la acaricio y se aplasta llena de satisfacción. Incluso se queda dormida o simula estarlo.
Ya va haciendo pis en el cacharrito azul. Aunque aún no sabe que no puede meter sus patitas dentro. Las cagarrutinas son bolitas duras, y yo constante mente recojo y guardo con esmero en una bolsa para que cuando deje de llover, y podamos sembrar el huerto, nos sirva como abono natural. Seguro este año tenemos buena cosecha con en el abono de mi bolita.
Solo la dejo suelta cuando estoy en casa. Cuando salgo a comprar o al trabajo la dejo al lado de la jaula de los pájaros. Así no se siente sola.
En cuanto siente la puerta se levanta para intentar abrir la jaula y salir a recibirme. Es curioso cómo nos hemos hecho la una a la otra. Ahora le dedico menos tiempo al ordenador, y me doy buenas carreras con ella. Dejo las puertas cerradas y corre de la cocina todo el pasillo hasta la habitación pequeña que es esta del ordenador. A veces se asusta y sale despavorida, y se mete dentro de la jaula como diciendo: ya no me vas a coger, estoy en mi casa. Me rio con ella porque a veces la dejamos suelta después de cenar en el cuarto de estar, jajajaja y tenemos buscarla bajo el sofá, porque se esconde y se aplasta debajo.
Si está nerviosa la paso la manita por encima y se relaja. Con Antonio, mi compañero se asusta más. Aunque ya también se está encima de él muy relajada.
Se lava la carita con las dos manos, igual que nosotros, solo que ella previamente se chupa las manitas para asearse.
Y ya ha aprendido a beber agua del grifo. Es una monada como bebe el agua.
Y bueno que nos estamos tomando cariño.
Esta es mi conejita bolita.